Las fracturas de astrágalo son las lesiones más graves del tobillo por la dificultad en su tratamiento, y por la cantidad de importantes secuelas que pueden originar, ya que afecta a la articulación del tobillo y a su movilidad.
El astrágalo es uno de los principales huesos del tobillo que tiene la función de distribución del movimiento del tobillo hacia el pie y viceversa. El astrágalo forma parte de tres articulaciones, la del tobillo que se articula con la tibia, la subastragalina con el calcáneo y la astrágalo-escafoidea con el escafoides.
Así que, principalmente, el astrágalo tiene una función de movilidad.
Las fracturas de astrágalo son poco frecuentes y habitualmente producidas tras un traumatismo o accidente de alto impacto como accidentes de tráfico o caídas desde una gran altura.
Como hemos dicho, se trata de una lesión grave que puede producir varias complicaciones a nivel del pie.
Si la fractura de astrágalo no afecta a una zona articular como el cuello del astrágalo sin dañar el cartílago articular tienen mejor pronóstico.
Cuando la fractura de astrágalo sufre desplazamiento de los fragmentos, se precisa una reducción y estabilización de dichos fragmentos rotos para obtener un resultado satisfactorio.
El tratamiento quirúrgico específico determinará la recuperación final.
Existen varias clasificaciones, pero básicamente se clasifican en:
1.-Fractura del cuello del astrágalo, es la fractura más frecuente.
2.-Fractura del proceso lateral o medial del astrágalo.
3.-Fractura del cuerpo del astrágalo.
Estas fracturas pueden ser desplazadas o no. En los casos más severos las fracturas pueden ser abiertas.
Es necesario una radiografía para el diagnóstico inicial de la fractura de astrágalo.
Es muy recomendable realizar un TAC del pie para visualizar perfectamente la fractura de astrágalo, ya que en ocasiones hay lesiones asociadas o trazos de fractura que no se visualizan correctamente en la radiografía.
El tratamiento de la fractura de astrágalo depende básicamente del tipo y localización de la fractura y del grado de desplazamiento.
1.En el caso de fractura de astrágalo desplazadas se recomienda siempre realizar un tratamiento quirúrgico de la fractura.
La cirugía de la fractura de astrágalo tiene el objetivo de reducir de forma anatómica la fractura y realizar una fijación mediante tornillos y/o placas.
El tratamiento quirúrgico de la fractura desplazada de astrágalo consigue minimizar los problemas asociados a este tipo de fracturas y acortar el tiempo de recuperación del paciente.
2. En el caso de las fracturas no desplazadas de astrágalo existe cierta discusión sobre el tratamiento definitivo. Actualmente se tiende a realizar un tratamiento quirúrgico para acortar el tiempo de recuperación ya que este tipo de fracturas requiere de muchas semanas de inmovilización con yeso.
En muchos casos las complicaciones de la fractura de astrágalo precisarán de una nueva intervención quirúrgica.
El tratamiento si no existe desplazamiento de fragmentos osteocondrales, consistirá en inmovilizar la articulación en descarga. Estas lesiones se pueden tratar de forma artroscópica realizando perforaciones y poniendo factores de crecimiento plaquetario o PRP para intentar restaurar el cartílago dañado.
También se pueden utilizar autoinjertos provenientes de la rodilla llamados mosaicoplastia, aunque la técnica tiene bastante dificultad.
La aplicación de láser terapéutico Clase IV es un tratamiento efectivo.
La Terapia K-Laser es una herramienta ideal para tratar un gran número de patologías, desde la bioestimulación de los tejidos dañados a proporcionar un alivio inmediato del dolor en un tiempo corto de tratamiento, debido a la elevada potencia y la facilidad de aplicación.
La laserterapia es una modalidad de tratamiento no invasivo, seguro y efectivo donde la luz se emplea para aliviar el dolor, reducir la inflamación, y estimular la cicatrización de heridas y curación de tejidos blandos.
3. Las fracturas del astrágalo con osteonecrosis, en su mayoría son de la bóveda astragalina, y suelen aparecer tras un traumatismo agudo o microtraumatismos repetidos. El dolor que sufren los pacientes es característico, relacionado con la actividad y sufriendo bloqueos repetidos de tobillo.
Cuando existe una fractura por cizallamiento o fracturas conminuta, en la que hay muchísimos trozos pequeñitos del astrágalo rotos, el riesgo de osteonecrosis es muy elevado. Las fracturas conminuta son las que tienen peor pronóstico de todas las fracturas del astrágalo, aunque afortunadamente son menos frecuentes y, habitualmente, terminan en una artrodesis en el tobillo a largo plazo.
El tratamiento inicial cuando se produce una osteonecrosis es conservador, ya que pueden curar. La desventaja es que el paciente tiene que estar sin apoyar el pie y este proceso puede durar hasta 36 meses.
La técnica quirúrgica para curar la fractura del astrágalo es complicada porque su acceso es muy dificultoso. Debido a la poca vascularización de este hueso, se puede producir una osteonecrosis o muerte del cuerpo del astrágalo que es la complicación a largo plazo más temible en este tipo de fracturas.
El pronóstico la curación de este tipo de fracturas depende mucho del tipo de fractura sufrida, ya que pueden producirse fracturas del cuello del astrágalo en un 50%, o fracturas de tipo I, de tipo II, fracturas de tipo III, de tipo IV, fracturas del cuerpo, osteonecrosis…
Actualmente hay nuevos biomateriales y sustitutos de hueso humano, que se están implantando y estudiando con resultados esperanzadores.
En general en las fracturas de astrágalo lo más importante es conseguir una unión o consolidación en una posición correcta, aunque el tratamiento adecuado de las partes blandas es igual de importante.