Un callo u ojo de gallo entre mis dedos.

Es una paciente que no tiene ninguna patología importante y solo toma medicación para la tensión arterial.

Ella refiere que hace 9 años la operaron de ese pie en otra provincia. Al hacer la radiografía, vemos que tiene una grapa puesta de una técnica Akin por cirugía abierta, que, aunque parece que está rozando el cartílago articular, no roza ni da ningún problema.

Dominga sufre porque no puede calzarse, ya que el dedo gordo al estar desviado hacia el segundo, ha producido por el roce, una hipertrofia o crecimiento excesivo de los cóndilos laterales de las falanges de cada dedo.

Esta hipertrofia de hueso con la compresión del calzado, produce un callo o heloma interdigital muy doloroso entre sus dedos, que la obliga a realizar arreglos de sus pies o quiropodias frecuentemente por el podólogo.

Estos callos entre los dedos tan dolorosos para la paciente, se puede solucionar realizando cirugía mínimamente invasiva, en la que, bajo anestesia local, y a través de micro incisiones de 1 o 2 mm, se introduce un material quirúrgico especializado que nos permite realizar las correcciones adecuadas.

En este caso, se ha realizado una osteotripsia o limado del cóndilo de la falange media del segundo dedo y de la falange distal del primero.

Además, para realizar una liberación de partes blandas, se ha realizado una tenocapsulotomía de la segunda articulación metatarso falángica, una liberación lateral de la primera articulación metatarsofalángica del dedo gordo y una técnica Akin distal de la falange proximal del primer dedo.

Esta técnica Akin distal, nos va a permitir corregir el dedo gordo a su posición y mediante la visualización radiográfica instantánea con el fluoroscopio. Lo vemos en el siguiente vídeo.

Dado que las incisiones son tan pequeñitas, no requieren ningún punto de sutura, sino que solo se ponen unos puntos adhesivos y unos esparadrapos.

La paciente llevará el vendaje corrector hasta la consolidación o unión de la osteotomía, y podrá caminar desde el mismo momento de la cirugía del ojo de gallo.

En este caso la paciente ha sido dado de alta a las 3 semanas ya que había consolidado el hueso completamente y se han retirado los vendajes, pasando a un calzado y vida completamente normal.