lesiones-y-patologias-podologia
Podologia Clinica-Maria-del-Mar-Ruiz

¿Qué es la artropatía gotosa o gota?

La artritis gotosa la conocemos normalmente como gota o ataques de gota.

 

La gota se ha conocido desde los principios de la historia de la medicina.

 

Hipócrates describió la gota en el pie como podagra, que significa crisis en el pie. Este término se usó en gran parte de la primera literatura médica. La hiperuricemia se debe a un error innato del metabolismo y es la causa de la gota primaria, mientras que la gota secundaria aparece debido a un trastorno adquirido tras el uso de ciertos fármacos. Suele estar aliada a una dieta desequilibrada, rica en purinas.

 

Una crisis de gota se caracteriza por la precipitación de cristales de urato monosódico en el tejido sinovial, lo que provoca una respuesta inflamatoria aguda.

 

La edad media de inicio de la gota es de 40 años y se trata de gota familiar en el 75% de los pacientes.

 

La gota es típica de los varones, aunque las mujeres pueden presentar gota después de la menopausia.

 

La gota aparece cuando Los niveles de ácido úrico en sangre son elevados, aunque también puede darse en pacientes que tienen valores normales de ácido úrico, pero dificultades para eliminar de la sangre.

 

En este sentido, podemos compararlo a las personas que tienen diabetes o el azúcar alto en la sangre, cuyo problema es que su cuerpo no es capaz de metabolizarla de forma correcta. Esto hace que el azúcar aumente en sangre y se deposite en el cuerpo. Debido este mal funcionamiento se puede producir, por ejemplo, una oclusión de los vasos sanguíneos.

 

Lo mismo ocurre con el ácido úrico. Hay personas que no pueden metabolizarlo y éste se eleva en la sangre. Al estar elevado en la sangre, se deposita en algunas articulaciones, la más típica de ellas es en la del dedo gordo del pie. Además, suele presentarse en forma de ataque agudo con presencia de enrojecimiento, inflamación, y un dolor elevado que impide caminar.

 

También puede depositarse en otras partes del cuerpo como tendones. En este caso, el lugar más habitual es el tendón de Aquiles.

 

Cuando estos depósitos de ácido úrico o ataques de gota ocurren de forma continuada y a lo largo del tiempo, se produce un deterioro de la articulación. Este deterioro es una artrosis, o lo que llamamos artritis gotosa.

 

En el caso de depósito de urato monosódico se produce la gota y la enfermedad por depósito de pirofosfato de calcio dihidratado se llama pseudogota.

 

También puede depositarse en otras partes del cuerpo como tendones. En este caso, el lugar más habitual es el tendón de Aquiles.

 

La gota aparece o suele aparecer en forma de artritis monoarticular y en la mayoría de los casos afecta a la primera articulación metatarsofalángica del pie.

 

El 69% de los pacientes sufre una segunda crisis de gota en el año siguiente.

 

La primera articulación metatarsofalángica se ve afectada en más del 50% de los pacientes en las crisis iniciales de gota y, a largo plazo, la afectación del primer dedo puede llegar al 90%.

artropatia-gotosa-y-pseudogota

¿Qué síntomas tiene al gota?

Los síntomas de un ataque agudo de gota son enrojecimiento, inflamación, y un dolor elevado que impide caminar. En la fase aguda, el inicio del dolor es rápido, muy intenso; además de producirse  tumefacción y eritema periarticular con aumento de la temperatura tisular y celulitis.

 

Se ha descrito que la dactilitis o dedo en forma de salchicha ocurre en pacientes con gota, artritis psoriásica, síndrome de Reiter y espondiloartropatia indiferenciada, pero rara vez en los pacientes reumatoides o con artrosis, a no ser que haya una infección de la vaina del tendón flexor.

 

Sin embargo, se han comunicado casos de gota y artritis reumatoide concomitantes; la psoriasis también puede ser una causa de hiperuricemia.

 

Una crisis de gota es una complicación de una hiperuricemia prolongada, que puede estar influida por un aumento de la excreción renal o un aumento en la producción de ácido úrico.

 

En las fases agudas de la gota, los cristales de urato pueden depositarse no solo en los tejidos sinoviales y capsulares, sino con el tiempo en el cartílago articular y el hueso subcondral. Tras una reactivación puede surgir una fase con pocos síntomas o ninguno. Esta fase intermedia puede aparecer de 72 a 96 horas después de una crisis aguda y puede durar semanas o años.

 

En la fase crónica de la gota aparecen depósitos de urato o tofos gotosos en forma de un precipitado cretáceo de las partes blandas. Estos tofos pueden producir úlceras e infecciones secundarias y suelen verse tras varias crisis.

 

El control de la hiperuricemia a través de una dieta estricta o medicamentos con alopurinol puede evitar la formación de tofos.

 

El diagnóstico se hace por evaluación microscópica de los cristales tras una artrocentesis o desbridamiento de la articulación. Los cristales de urato monosódico suelen tener la forma típica de la aguja y tienen de 2 a 10 mm de longitud, aunque pueden ser significativamente más largos.

 

El riesgo de una crisis de artritis gotosa aumenta con las concentraciones séricas altas de ácido úrico. En un estado supersaturado los cristales de urato monosódico pueden precipitar.

 

Las concentraciones séricas de ácido úrico no siempre se correlacionan con una crisis aguda de gota, aunque las personas con concentraciones de ácido úrico de más de 6 mg por decilitro tienen un mayor riesgo de crisis gotosa.

 

Hay hiperuricemias silentes en el 25 al 33% de los pacientes. La predilección de las crisis gotosa es por la extremidad inferior y en concreto por la articulación metatarsofalángica del primer dedo.

 

Se ha explicado este hecho por la reducción del pH en el pie, un aumento de la solubilidad del urato en las menores temperaturas que muestra el pie y la carga significativa a que está sometida la primera articulación metatarsofalángica durante la marcha.

 

Al disminuir las temperaturas en los tejidos periféricos, la menor solubilidad del acido del ácido úrico puede caracterizarse por una mayor precipitación de cristales de urato monosódico.

 

La temperatura intraarticular de la articulación de la rodilla normal es de 33 grados y la temperatura intraarticular de la articulación normal del tobillo es de 29, por lo tanto la temperatura de la primera articulación metatarsofalángica está muy por debajo de 37 grados.

 

A veces se producen deformidades asociadas a la gota como el Hallux valgus, dedos en martillo o depósitos en tendones, produciendo tendinitis de Aquiles.

sintomas de la artropatia-gotosa-y-pseudogota
sintomas de la artropatia-gotosa-y-pseudogota
sintomas de la artropatia-gotosa-y-pseudogota

¿Qué hago si tengo gota?, ¿Se cura la gota?.

En los ataques agudos y crónicos de gota, lo mejor es visitar al podólogo para que te ponga un antiinflamatorio localizado en la zona, ya que las pastillas antiinflamatorias tienen un efecto muy leve en el pie.

 

Dado que la gota es un problema en la asimilación y transporte del ácido úrico, no se cura por completo y hay que hacer dieta y muchas veces tomar medicamentos que nos ayudan a bajar los niveles de ácido úrico en sangre.

 

Durante el periodo agudo de gota es mejor no caminar y poner hielo en la zona, ya que la zona está muy inflamada e irritada.

 

Además de la medicación para bajar los niveles de ácido úrico podemos ayudar a su metabolismo en el hígado tomando sustancias medicinales naturales, como por ejemplo la alcachofa que se puede obtener en farmacias o en herbolarios.

 

De forma crónica este ácido úrico precipita en la articulación formando cristales y creando una artrosis invalidante que hay que tratar posteriormente con cirugía. Estos cristales de ácido úrico en las articulaciones se les llaman tofos gotosos. Los tofos gotosos crean la inflamación de la articulación. Como con el tiempo se van acumulando en los tejidos, hay que limpiarlos mediante cirugía bajo anestesia local.

 

Los pacientes que tienen los niveles de ácido úrico alto en sangre tienen que hacer dieta de forma continuada evitando el alcohol, carnes rojas, embutidos, mariscos, yema de huevo, espárragos, tomate , etcétera.

 

A veces es necesario la combinación de tratamientos por varios especialistas. El podólogo tratará los problemas del pie, el reumatólogo podrá mandar alguna medicación específica y el dietista puede mandar una dieta equilibrada.

Diagnóstico de la gota o artropatía gotosa.

El diagnóstico de la artropatía gotosa se hace por evaluación microscópica de los cristales tras una artrocentesis o desbridamiento de la articulación.

 

Los cristales de urato monosódico suelen tener la forma típica de la aguja y tienen de 2 a 10 mm de longitud, aunque pueden ser significativamente más largos.

 

El riesgo de una crisis de artritis gotosa aumenta con las concentraciones séricas altas de ácido úrico. En un estado supersaturado los cristales de urato monosódico pueden precipitar.

 

Las concentraciones séricas de ácido úrico no siempre se correlacionan con una crisis aguda de gota, aunque las personas con concentraciones de ácido úrico de más de 6 mg por decilitro tienen un mayor riesgo de crisis gotosa.

 

Hay hiperuricemias silentes en el 25 al 33% de los pacientes. La predilección de las crisis gotosa es por la extremidad inferior y en concreto por la articulación metatarsofalángica del primer dedo.

 

Se ha explicado este hecho por la reducción del pH en el pie, un aumento de la solubilidad del urato en las menores temperaturas que muestra el pie y la carga significativa a que está sometida la primera articulación metatarsofalángica durante la marcha.

 

Al disminuir las temperaturas en los tejidos periféricos, la menor solubilidad del acido del ácido úrico puede caracterizarse por una mayor precipitación de cristales de urato monosódico.

 

La temperatura intraarticular de la articulación de la rodilla normal es de 33 grados y la temperatura intraarticular de la articulación normal del tobillo es de 29, por lo tanto la temperatura de la primera articulación metatarsofalángica está muy por debajo de 37 grados.

 

A veces se producen deformidades asociadas a la gota como el Hallux valgus, dedos en martillo o depósitos en tendones, produciendo tendinitis de Aquiles.

sintomas de la artropatia-gotosa-y-pseudogota
sintomas de la artropatia-gotosa-y-pseudogota
sintomas de la artropatia-gotosa-y-pseudogota

Imágenes clínicas de la inflamación aguda en la gota y su correlación ósea con tofos gotosos.

Estudio Radiográfico de la Artritis Reumatoide

estudio radiográfico de la artropatía gotosa y pseudogota

A: Gota , laguna extraarticular. B: Granuloma inflamatorio o infeccioso intraarticular. C: Falsa laguna en imagen oblicua (inserción del ligamento colateral).

En el estudio radiográfico la lesión inicial puede ser una tumefacción de las partes blandas.

 

Con el tiempo el depósito de cristales puede dar lugar a la aparición de erosiones bien delimitadas bordeadas por márgenes escleróticos a distancia de la articulación.

 

A medida que el hueso adyacente intenta reparar las lesiones, aparecen bordes óseos elevados que parecen situarse por encima del depósito tofáceo, como si éste lo hubiera desplazado, formando un signo radiográfico característico (signo del borde superior). El espacio articular suele estar mantenido.

 

En el hueso subcortical aparece una erosión ósea que es patognomónica de este proceso patológico. Las zonas de lisis ósea en sacabocados pueden crecer hasta tener más de 5 mm de diámetro.

 

Una característica visible del artropatía gotosa es la presencia de las lesiones erosivas algo alejada de la superficie articular. Puede aparecer una erosión periarticular justo proximal a la articulación metatarsofalángica en las caras medial y lateral de la cabeza del metatarsiano.

estudio radiográfico de la artropatía gotosa y pseudogota
estudio radiográfico de la artropatía gotosa y pseudogota
estudio radiográfico de la artropatía gotosa y pseudogota

Imágenes radiográficas en las que se ve los sacabocados con esclerosis y proliferación de tofos.

La afectación artrítica de la articulación interfalángica del primer dedo, no solo aparece el artropatía gotosa, sino también en la psoriasis y el síndrome de Reiter.

 

Los signos radiográficos pueden variar desde ninguna anomalía detectable, a una destrucción intensa de las articulaciones del pie. Se ha descrito en algunos casos una necrosis avascular del astrágalo como una complicación de la artropatía gotosa.

¿Qué tratamiento tiene la gota?

El tratamiento farmacológico de la gota se centra en el aumento de la excreción de acido úrico, la reducción de la formación de ácido úrico y el descenso de la inflamación aguda. En la fase aguda de la gota, la indometacina es un fármaco eficaz porque inhibe la síntesis de prostaglandinas. La colchicina puede darse por vía oral o intravenosa . Los fármacos uricosúricos (probenecid ) aumentan la excreción renal de ácido úrico en un 50% . En las fases agudas de gota de tratamiento sintomático incluye también la elevación del pie y el reposo en cama, así como hielo. Se pueden realizar infiltraciones con corticoides intraarticulares para disminuir el dolor tan intenso que sufren estos pacientes. La medicación por vía oral puede producir molestias digestivas y reacciones de hipersensibilidad. El paciente debe estar bajo la supervisión continua de un reumatólogo y realizar una dieta baja en purinas.

 

La aplicación de láser terapéutico Clase IV es un tratamiento efectivo. La Terapia K-Laser es una herramienta ideal para tratar un gran número de patologías, desde la bioestimulación de los tejidos dañados a proporcionar un alivio inmediato del dolor en un tiempo corto de tratamiento, debido a la elevada potencia y la facilidad de aplicación. La laserterapia es una modalidad de tratamiento no invasivo, seguro y efectivo donde la luz se emplea para aliviar el dolor, reducir la inflamación, y estimular la cicatrización de heridas y curación de tejidos blandos.

 

El tratamiento quirúrgico de la artropatía gotosa dependerá de la deformidad específica. En presencia de tofos gotosos puede producirse una úlcera. Tras el desbridamiento la aplicación de vendajes húmedos y la administración de antibióticos por vía parenteral da lugar a menudo a la rápida resolución de las lesiones con mínima cicatriz. La reducción del volumen del material tofáceo mediante legrado suele reducir los síntomas.

tratamiento de la artropatia-gotosa-y-pseudogota

Limpieza quirúrgica de los tofos gotosos.

Sin embargo, el tratamiento médico y quirúrgico de la gota tofácea crónica puede dar lugar no solo a la rápida disolución de los tofos sino también a la destrucción del hueso, porque gran parte de la matriz ósea es reemplazada por cristales de urato sódico. Puede producirse un acortamiento significativo de las falanges y de los metatarsianos, aunque la amputación no suele estar indicada. La principal indicación de la intervención quirúrgica es el control de la septicemia y la prevención de la gota tofácea ulcerada. El 89% de los pacientes son varones y suelen tener afectación renal, hipertensión, cardiopatía y diabetes.

Las técnicas normalmente más utilizadas son artroplastia y artrodesis y las técnicas reconstructivas del antepié, parecidas a las de la enfermedad en la artritis reumatoide del antepié.

Enfermedad por depósito de pirofosfato de calcio dihidratado: pseudogota

La enfermedad por depósito de pirofosfato de calcio dihidratado (PFCD) también se conoce como condrocalcinosis o pseudogota. En Estados Unidos la incidencia de pseudogota es alrededor de la mitad de la gota. Es más frecuente entre el sexto y octavo decenios de la vida, aunque una forma familiar de pseudogota se manifiesta a una edad ligeramente menor. La relación varón mujer es de 1,5 a 1 en la pseudogota. Puede tener una presentación poliarticular.

Síntomas por depósito de pirofosfato de calcio dihidratado: pseudogota

Los cristales de PFCD pueden depositarse en los tejidos sinoviales y capsulares, así como dentro de los tendones y los ligamentos.

 

La aparición de la sinovitis aguda parece deberse a la siembra de cristales, en la que los cristales depositados en el cartílago articular se asientan en articulación. Tras la fagocitosis de los cristales la liberación de enzimas y lisosomas por los leucocitos lleva una respuesta inflamatoria intensa.

 

Las zonas más comunes de afectación son las articulaciones metatarsofalángicas del pie, en las que puede aparecer una calcificación periarticular.

 

Los cristales son radiopacos y se muestran en forma de calcificaciones lineales dentro del cartílago articular o como opacidades difusas dentro de las partes blandas.

 

La destrucción articular aunque infrecuente se parece a los cambios típicos de la artrosis, como la condrolisis, la esclerosis subcondral y la formación de quistes.

 

La pseudogota puede precipitarse debido a un traumatismo.

sintomas de la artropatia-gotosa-y-pseudogota
sintomas de la artropatia-gotosa-y-pseudogota
sintomas de la artropatia-gotosa-y-pseudogota

La condrocalcinosis afecta a menudo a las articulaciones de la extremidad superior y a las rodillas a diferencia de la gota, que afecta más a las articulaciones de la extremidad inferior. En ocasiones afecta las articulaciones del retropié, y a menudo concierne también a la rodilla con una calcificación dentro de los meniscos.

 

Es necesario muchas veces extraer ese líquido intraarticular e identificarlo microscópicamente viendo los cristales para hacer un diagnóstico.

Tratamiento del depósito de pirofosfato de calcio dihidratado: pseudogota

Puede aconsejarse el tratamiento farmacológico con AINE y el uso juicioso ocasional de una inyección intraarticular de esteroides. La colchicina alivia pocas veces los síntomas, pero AINES pueden ser más útiles. Pueden aparecer crisis recidivantes separadas por periodos asintomáticos, y una artropatía crónica degenerativa final. La intervención quirúrgica cuándo es necesaria usa técnicas de artrodesis y desbridamiento articular típicas de la artrosis.

Artropatía gotosa o gota. Preguntas frecuentes.

✅ ¿Cuáles son las causas de la artropatía gotosa?

 

Aunque no se ha identificado la causa exacta de la artropatía gotosa, se ha observado una predisposición genética y factores como el género, la edad, el consumo de alcohol y la presencia de ciertas condiciones médicas como; diabetes, enfermedades renales y obesidad, que pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta enfermedad.

 

✅ ¿Cuáles son las articulaciones que suelen ser afectadas con mayor frecuencia por la gota?

 

Las articulaciones más comúnmente afectadas por la artropatía gotosa son aquellas ubicadas en el dedo gordo del pie. En ocasiones pudiendo provocar deformaciones asociadas a esta patología como el Hallux valgus, dedos en martillo o depósitos en tendones, produciendo tendinitis de Aquiles.

 

Sin embargo, también puede involucrar otras articulaciones como las rodillas, tobillos, muñecas y codos.

 

✅ ¿Cuál es la mejor manera de gestionar la gota y mejorar la calidad de vida? ¿Qué no se debe comer cuando se sufre de gota?

 

La gota puede tener un impacto significativo en varios aspectos de la vida cotidiana, como el desempeño laboral y las actividades de ocio. Los factores de riesgo para desarrollar artropatía gotosa incluyen una dieta rica en purinas, obesidad, consumo excesivo de alcohol, enfermedad renal y predisposición genética.

 

Por lo que se recomienda seguir las siguientes pautas:

 

▶️ Mantenga una alimentación saludable: Es importante evitar alimentos que puedan desencadenar crisis de gota. Esto implica reducir el consumo de alimentos ricos en purinas, como carnes rojas, vísceras, mariscos y pescados. También se aconseja limitar el consumo de alcohol, en especial la cerveza y los licores fuertes.

▶️ Mantenga un peso saludable: El sobrepeso y la obesidad pueden aumentar el riesgo de sufrir ataques de gota. Por lo tanto, es fundamental mantener un peso adecuado a través de una alimentación equilibrada y la práctica regular de ejercicio físico.

▶️ Hidratación adecuada: Beber suficiente agua ayuda a diluir el ácido úrico en el organismo y promueve su eliminación a través de la orina.

▶️ Medicación y tratamiento: La toma medicamentos para controlar los niveles de ácido úrico y prevenir futuros ataques de gota.

▶️ Evite el estrés y el agotamiento físico: El estrés y la fatiga pueden desencadenar o empeorar los ataques de gota. Es recomendable establecer un equilibrio entre el trabajo y el descanso, así como practicar técnicas de relajación, como la meditación o el yoga, para reducir el estrés.

 

✅ ¿Cómo puede ayudarle su podólogo en el tratamiento de la artropatía gotosa?

 

La colaboración con un equipo de atención médica multidisciplinario, que incluya a su podólogo, reumatólogo u otros especialistas relevantes, será fundamental para un enfoque integral y efectivo en el tratamiento de la artropatía gotosa.

 

Aunque el paciente debe de estar bajo la supervisión continua de un reumatólogo, su podólogo puede desempeñar un papel importante en el tratamiento de la artropatía gotosa, especialmente cuando se trata de la afectación en el dedo gordo del pie. Llevando a cabo:

 

  • Diagnóstico preciso: El primer paso es realizar un diagnóstico preciso de la artropatía gotosa, evaluando los síntomas, examinando la articulación afectada y, si es necesario, solicitar pruebas adicionales como análisis de sangre y pruebas de imagen; radiografías y ecografías, para confirmar el diagnóstico.
  • Recomendaciones de calzado: El uso de calzado adecuado puede ser fundamental para aliviar el dolor y prevenir la exacerbación de los síntomas, teniendo en cuenta la protección y el soporte necesarios para la articulación afectada.
  • Tratamiento del dolor y la inflamación: Un podólogo puede ponerle un antiinflamatorio localizado en la zona de manera ecoguiada y pueden darse sesiones de láser terapéutico Clase IV de alta potencia.
  • Manejo de las complicaciones: En casos de artropatía gotosa crónica, es posible que se desarrollen tofos (depósitos de cristales de ácido úrico) y deformidades articulares. Un podólogo puede brindar atención especializada para manejar estas complicaciones, como drenaje de tofos o corrección de deformidades por técnicas de cirugía mínimamente invasiva o cirugía abierta.