Artrosis en el Dedo Gordo de mi Pie.

Testimonio de una paciente con artrosis en el dedo gordo del pie.

Esta paciente de 55 años sufrió un traumatismo hace años en su pie.

Este traumatismo le provocó una fractura en el primer metatarsiano y a consecuencia de la misma le quedó un dolor residual en su dedo gordo del pie.

La paciente ha consultado con varios especialistas, como su médico de cabecera, el traumatólogo, el fisioterapeuta, etcétera. Le han puesto tratamientos conservadores sin obtener ningún tipo de mejoría.

En la última visita que realizó a su traumatólogo, le dijo que le iba a operar de juanete o hallux valgus (que no presenta la paciente), y que le iba a poner unos tornillos.

Lo que tiene es una desviación de las falanges o hallux interfalángico. La paciente se quedó muy asustada porque pensaba que esto la iba a dejar coja y sin poder tener ningún tipo de actividad.

Cuando vino la consulta ella estaba muy deprimida, ya que tenía un dolor insoportable que le impedía caminar con normalidad. Ni siquiera podía calzarse porque el roce del calzado le producía muchísimo dolor, incluso el roce de las sábanas no la dejaba dormir por la noche. El movimiento del dedo gordo ella lo definía como “un auténtico calvario”, y traía la zona muy irritada y casi no se le podía rozar.

En la clínica se le realizaron ecografías y radiografías, comprobando que la paciente tiene una artrosis de la en el dedo gordo del pie (primera articulación metatarsofalángica) debida al traumatismo previo que sufrió.

Esta artrosis o hallux rigidus, produce picos de hueso en la articulación que rozan al más mínimo movimiento.

Además, estos picos de hueso u osteofitos, irritan no solo el cartílago articular sino la cápsula articular, los tendones y ligamentos capsulares.

En la ecografía se veía un engrosamiento de la cápsula articular y una hipervascularización de la misma, debido al estado inflamatorio crónico.

También se veían los picos de hueso que también podemos observar en las radiografías.

La propuesta que se le hizo a la paciente fue hacer una limpieza de esos picos de hueso o Toilette articular que tiene en la primera articulación metatarsofalángica del dedo gordo, con la finalidad de que no rocen con el movimiento y así conseguir un mayor rango de movilidad sin que le produzca dolor.

Además, ya que la paciente tenía el dedo gordo desviado se le hizo una técnica de Akin por cirugía mínimamente invasiva, después de la cual el dedo quedó totalmente alineado. Este tipo de cirugía la realizamos mediante anestesia local y tras la cual el paciente se va caminando por su propio pie con un simple vendaje o calzado postquirúrgico.

La articulación estaba gravemente dañada y se hizo una gran limpieza, consiguiendo una gran movilidad durante el intraoperatorio; además se liberaron todos los tejidos de ese tejido artrósico para que la paciente no sufra dolor.

Es posible que en un futuro la paciente necesite otra cirugía debido a que el cartílago articular está algo deteriorado debido a la artrosis, pero también es posible que no necesite nada más, ya que la artrosis no es consecuencia de una enfermedad sistémica.

Desde el mismo momento de la cirugía la paciente ya no sufre dolores y camina con normalidad, llevando su vida cotidiana sin ningún problema.

Esta es la experiencia de la paciente al mes de la cirugía, en la que nos relata cómo ha vivido la patología en su dedo gordo y la solución que se le ha dado.