La uña en teja o involuta es una patología ungueal de difícil solución estética y podológica, por lo que la necesidad de encontrar una solución definitiva y satisfactoria para los pacientes requiere nuevas alternativas quirúrgicas para esta dolorosa patología. La autora presenta los resultados de una novedosa técnica quirúrgica propia que ha denominado Teguloplastia: con ésta técnica se consigue la reparación del aparato ungueal anómalo, creando las condiciones óptimas para el crecimiento de una nueva uña plana.
La uña en teja o involuta es una patología de etiología hereditaria o adquirida, con alteración de los tejidos blandos y óseos periungueales de difícil solución estética. Los pacientes solicitan cuidados paliativos periódicos debido a la recurrencia de la afección, con visitas periódicas al podólogo, teniendo que pasar por periodos dolorosos e infecciones.
En primer lugar, evaluaremos la condición del dedo para elegir la técnica apropiada. Tenemos que saber si existe patología ósea subyacente, desviaciones del hallux en cualquier plano,como p.e. juanete, o afectación de los bordes ungueales, entre otras; ya que estos condicionantes nos harán tener que sumar a la teguloplastia algunas técnicas para resolverlos.
Deformidad del dedo en extensus
Radiografía mostrando una exóstosis bajo la uña
La Teguloplastia comienza eliminando la placa ungueal y consiste en la realización de un remodelado de la faceta dorsal y las tuberosidades laterales o cóndilos de la falange distal (sin realizar matricectomía de la uña) despegando y diseccionando el lecho y los tejidos blandos adyacentes, con el objeto de crear una plastia para reimplantar mediante la técnica del lifting frontal. Con esto se consigue una reconstrucción de la deformidad, para que cuando se produzca el crecimiento de la lámina ungueal, lo haga de forma recta y plana. El objetivo es corregir las alteraciones óseas y de partes blandas responsables de la malformación.
Se ha realizado la técnica quirúrgica de Teguloplastia a pacientes con deformidad en uña en teja que acudieron a la Clínica María del Mar Ruiz, en Alcázar de San (Ciudad Real). Otros profesionales han sido instruidos para realizar la Teguloplastia, con excelentes resultados.
El presente estudio se realizó respetando las recomendaciones internacionales sobre investigación clínica de la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial.
Los criterios de inclusión fueron pacientes con deformidad de uña en teja, de al menos 5 años de evolución, en los que el tratamiento conservador había fracasado o les persistía dolor o infección. Los criterios de exclusión hacían referencia a todos los que contraindicaban una cirugía en el pie por condiciones médicas o mentales del paciente, la presencia de cirugías previas en la uña, rodetes hipertróficos, pacientes asintomáticos y ausencia de tratamientos conservadores previos.
A los pacientes se les realizó el protocolo para cirugía ambulatoria del pie consistente en historia clínica, exploración radiográfica preoperatoria, intraoperatoria y posoperatoria, y consentimiento informado en referencia a la nueva técnica. Todas las intervenciones fueron realizadas por la autora del artículo que estuvo a cargo del paciente durante todo el curso pre, intra y postoperatorio.
El paciente está despierto y relajado durante la Teguloplastia
La uña en teja o involuta es una patología que origina dolor, imposibilidad de calzarse, e incluso alteración de la marcha. La etiopatogenia de la uña en teja es multifactorial y obedece a:
El término “teguloplastia” deriva del substantivo latino tegula (teja), y el término plastia, del griego πλαστός, que define una operación quirúrgica con la se pretende restablecer y mejorar estéticamente la forma de esta parte del cuerpo. La técnica quirúrgica que hemos denominado Teguloplastia emerge, por tanto, con la pretensión de restablecer y modificar el aspecto estético de la uña en forma de teja.
La Teguloplastia corrige la uña en teja modificando los factores intrínsecos predisponentes, dando paso a la formación de una nueva uña recta y plana. Para conseguir este efecto hay que valorar y corregir además los factores extrínsecos o externos, como el calzado inadecuado, medias compresivas, traumatismos repetitivos, alteraciones biomecánicas, etc.
El objetivo de la cirugía, tras eliminar la lámina ungueal, es realizar una liberación del grupo A de tejidos blandos con el objetivo de crear un colgajo y liberar las fuerzas tensiles que podrían originar y hacer recidivar la uña en teja después de la cirugía; en este momento resulta crucial el no perforar el colgajo y manejarlo con extremo cuidado. Modificaremos la morfología ósea de la falange o grupo B, mediante el corte o fresado de la falange, en su porción dorsal, ya liberada, y también en los cóndilos de la base, creando una superficie plana con la amplitud necesaria para que pueda asentarse sobre ella el colgajo que contiene la matriz y lecho ungueales. Posteriormente, se suturan a la piel los bordes del colgajo de avance, mediante la técnica del lifting frontal que usa en cirugía plástica; ello permite adaptar el lecho ungueal, habiendo retirado la porción redundante del colgajo; tras la curación la cicatriz es imperceptible, en nuestra casuística no ha habido ninguna complicación en ese sentido.
La Teguloplastia como cirugía reconstructiva de la uña en teja, ofrece un gran resultado estético, y un elevado grado de satisfacción de los pacientes.
La técnica se realiza bajo anestesia local del dedo.
La Teguloplastia se ha mostrado como una técnica quirúrgica capaz de aliviar la sintomatología dolorosa de los pacientes. Preoperatoriamente, la puntuación media de dolor estaba en 8,42 (dolor muy severo). A las cuatro semanas es dolor postoperatorio era de 1,8 (dolor leve) y al año de la cirugía, todos los pacientes estaban libres de dolor con una puntuación de 0 en la EVA (sin dolor). De esta forma, en todos los pacientes el dolor relativo a la actividad física o uso de calzado desapareció al año de la intervención y se corrigió la deformidad de uña en teja con unos resultados estéticos que la autora y los pacientes consideran que fueron satisfactorios .
Finalizada la intervención se aplica un vendaje semi-compresivo, permitiendo al paciente la deambulación inmediata, sin necesidad de elementos de descarga.
El paciente queda sin dolor en su uña y el aspecto estético es muy bueno, siendo una técnica sencilla con un posoperatorio rápido e indoloro, que resuelve definitivamente la uña en teja o involuta.