30 Nov Dedos Torcidos o Infraaductus en Niños
DEDOS TORCIDOS O INFRAADUCTUS EN NIÑOS.
Clara es una niña de 8 años que acude a nuestra consulta en compañía de su madre, quien expresaba una notable preocupación ante la presencia de una deformidad en los dedos de los pies de su hija.
Durante la evaluación clínica de la paciente, observamos que el tercer y cuarto dedo de ambos pies presenta una deviación comúnmente conocida como dedos infraaductus.
Un dedo infraaductus es aquel que sufre desviaciones laterales o mediales tanto de forma congénita, como adquirida con los años. Dicha deformidad provoca que el dedo se encuentre por debajo del dedo adyacente, lo que potencialmente ocasiona, en la persona que lo padece, incomodidades al calzarse o al caminar.
Por lo general, las articulaciones interfalángicas de los dedos tienden a torcerse hacia adentro, en dirección al dedo gordo, aunque existen casos en los que la desviación se presenta hacia el exterior.
La clinodactilia se define como una desviación en varo o en valgo (medial o lateral) de un dedo del pie, ocasionada por una desviación dentro de la falange. Esta condición suele presentarse de manera bilateral, posee un componente genético y afecta con mayor prevalencia a la articulación interfalángica proximal del cuarto y quinto dedo del pie, aunque puede manifestarse en cualquier dedo. Esta alteración se observa con mayor frecuencia en los dedos de las manos y suele asociarse a un síndrome (por ejemplo, sinfalangismo) o un trastorno cromosómico.
La comprensión de la etiología de las deformidades angulares en los dedos del pie resulta esencial para determinar la idoneidad de un enfoque de tratamiento, ya sea quirúrgico o conservador.
En el caso de los adultos con dedos infraaductus, la opción de tratamiento más apropiada es la intervención quirúrgica. Las decisiones respecto a las opciones quirúrgicas se basan en la gravedad de la deformidad, la respuesta al tratamiento conservador y la causa subyacente de la afección.
En el caso de Clara, siendo una niña, los podólogos somos capaces de tratar la deformidad o corregir los dedos torcidos de los pies de manera conservadora. Para ello, se elaboran correctores a medida con silicona podológica (ortesis de silicona), confeccionados directamente en el pie del niño y adaptados completamente a las dimensiones específicas de su pie y a la naturaleza de la desviación.
Las ortesis de silicona se pueden quitar y poner todos los días, lavarse con agua y jabón y volver a colocarlas en su sitio cuando la niña se calce. Estas ortesis, al estar personalizadas para la niña, no generan incomodidades.
Llevamos a cabo revisiones semestrales con el fin de observar la evolución del paciente y determinar la eventual necesidad de confeccionar unas nuevas ortesis.
Tras transcurrir dos años, en el caso específico de Clara, hemos observado una corrección completa de los dedos infraaductus en ambos pies mediante el uso de ortesis de silicona.
Adicionalmente, existe la posibilidad de corregir los dedos infraaductus en bebés y niños mediante sencillos vendajes de esparadrapo. El podólogo tiene la capacidad de instruir a los padres sobre la aplicación de estos vendajes, posibilitando que estos puedan realizar el cambio diario en el hogar, evitando la necesidad de acudir a la consulta en cada cambio de vendaje.